España, que anteriormente solo veían bisontes en documentales de naturaleza; o en las pinturas prehistóricas que han llegado hasta nosotros, ahora alberga al mamífero terrestre más grande del continente en su propio territorio. Actualmente, el país cuenta con más de 170 bisontes europeos distribuidos en 16 centros de cría. Estos animales pueden ser observados en lugares como la finca de Valparaíso, en Segovia, donde conviven con caballos salvajes y otras especies. Hace cinco años, cinco bisontes llegaron a esta finca desde Polonia, país que logró salvar a la especie de la extinción. Desde entonces, más de veinte bisontes han nacido en Valparaíso. Según Jordi Bartolomé, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y experto en la especie, "el bisonte europeo es el mamífero viviente de mayor tamaño que ha sobrevivido de una época en la que grandes manadas de herbívoros moldeaban el paisaje y promovían la biodiversidad". El Centro Europeo para la Conservación del Bisonte
Entre las aves que surcan los cielos, pocas pueden vivir de una manera tan extraordinaria como los vencejos. Su fisiología está adaptada para vivir en el aire y no posarse en el suelo. Esto implica que si sus crías caen del nido, no serán recogidas ni alimentadas por sus padres, lo que resultará en su muerte en poco tiempo y una consecuente pérdida significativa de individuos de la especie. Con la llegada del calor, los jóvenes vencejos ya han comenzado a caer de sus nidos, según explicó Itziar Rodríguez, profesora de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el campus de Toledo, a la agencia EFE. En el verano de 2023, cerca de 350 crías fueron rescatadas. Para enfrentar esta situación, en 2019, la UCLM, el Centro de Recuperación de Rapaces Ibéricas (CERI), la agrupación naturalista Esparvel y los agentes medioambientales del Gobierno de Castilla-La Mancha crearon la Red de Vencejos de Toledo. Esta red ciudadana tiene como objetivo recuper