Entre las aves que surcan los cielos, pocas pueden vivir de una manera tan extraordinaria como los vencejos.
Su fisiología está adaptada para vivir en el aire y no posarse en el suelo. Esto implica que si sus crías caen del nido, no serán recogidas ni alimentadas por sus padres, lo que resultará en su muerte en poco tiempo y una consecuente pérdida significativa de individuos de la especie.
Con la llegada del calor, los jóvenes vencejos ya han comenzado a caer de sus nidos, según explicó Itziar Rodríguez, profesora de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el campus de Toledo, a la agencia EFE. En el verano de 2023, cerca de 350 crías fueron rescatadas.
Para enfrentar esta situación, en 2019, la UCLM, el Centro de Recuperación de Rapaces Ibéricas (CERI), la agrupación naturalista Esparvel y los agentes medioambientales del Gobierno de Castilla-La Mancha crearon la Red de Vencejos de Toledo. Esta red ciudadana tiene como objetivo recuperar el mayor número posible de crías de una especie catalogada como vulnerable y bajo régimen de protección especial.
Actualmente, la Red cuenta con 100 voluntarios que se encargan del cuidado y alimentación de las crías caídas, respondiendo a avisos del 112 y particulares. Estas crías son atendidas hasta que están listas para volar y ser liberadas, un proceso que suele durar entre cuatro y cinco semanas, según indicó Rodríguez.
Rodríguez señaló que durante junio y julio de 2023 se rescataron alrededor de 350 pollos de vencejo, de los cuales el 80% sobrevivió y pudo volar en libertad. "Cada año aumenta el número de rescates y estamos observando una mayor concienciación en la población, que llama más y reconoce mejor a estos pájaros", subrayó.
A pesar de la posibilidad de observar su rápido vuelo hoy en día, la abundancia de esta especie ha sido un tema de preocupación en los últimos años. El descenso del 40% en sus poblaciones entre 1998 y 2018 ha llevado a catalogarla como especie vulnerable en el Libro Rojo de las Aves. Las principales amenazas incluyen la pérdida de hábitats, el uso de pesticidas y el cambio climático.
Rodríguez explicó que se están destruyendo o tapando los huecos que utilizan las crías de vencejo, además de la construcción de edificios con fachadas completamente lisas, lo que provoca "la destrucción de muchas colonias existentes".
La profesora también destacó que los vencejos son plaguicidas naturales beneficiosos para los humanos, ya que controlan las poblaciones de mosquitos, especialmente molestos en verano. Sin embargo, los pesticidas representan una amenaza significativa al eliminar los insectos que constituyen su base alimentaria.
Los vencejos son aves migratorias que pasan nueve meses del año en África, donde los adultos se alimentan, duermen y se reproducen. En abril, se trasladan a España y Europa hasta finales de agosto para nidificar.
La Red de Vencejos de Toledo busca transmitir toda esta información a la ciudadanía, llevando a cabo varios talleres de educación ambiental en colegios, institutos y campamentos de verano, financiados por el Ayuntamiento de Toledo, Fibritel y la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Además, los días 21 y 22 de junio se realizará el Curso de Verano "Cría y recuperación del vencejo común" en el Campus de la Fábrica de Armas de Toledo y en Villafranca de los Caballeros, con el objetivo de ampliar este voluntariado a la comarca de La Mancha.
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Y ESTO sobre vuelo durmiendo de los vencejos.
También ESTO, sobre el calor y los vencejos.
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