Entre las aves que surcan los cielos, pocas pueden vivir de una manera tan extraordinaria como los vencejos. Su fisiología está adaptada para vivir en el aire y no posarse en el suelo. Esto implica que si sus crías caen del nido, no serán recogidas ni alimentadas por sus padres, lo que resultará en su muerte en poco tiempo y una consecuente pérdida significativa de individuos de la especie. Con la llegada del calor, los jóvenes vencejos ya han comenzado a caer de sus nidos, según explicó Itziar Rodríguez, profesora de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el campus de Toledo, a la agencia EFE. En el verano de 2023, cerca de 350 crías fueron rescatadas. Para enfrentar esta situación, en 2019, la UCLM, el Centro de Recuperación de Rapaces Ibéricas (CERI), la agrupación naturalista Esparvel y los agentes medioambientales del Gobierno de Castilla-La Mancha crearon la Red de Vencejos de Toledo. Esta red ciudadana tiene como objetiv...