Los pájaros, sean de la especie que sean, dan a conocer por medio de su plumaje la salud de sus organismos, lo mismo que podemos ver su salud en el pico, los ojos y la piel.
Para descartar enfermedades las plumas han de mostrarse fuertes y sanas, sabiendo que un factor primordial es ofrecerles la temperatura que requiere su cuerpo porque de no ser así las aves corren grave riesgo. Si un pájaro se ve expuesto a elevadas temperaturas puede verse obligado a cambiar su plumaje con mayor frecuencia. Habitualmente y como regla general los pájaros cambian el plumaje de una a tres veces al año. El espelecho depende de la raza del ave y con ello la fisiología del pájaro busca eliminar todo lo que encuentra en mal estado; pero esta actividad supone desgaste tanto físico como psicológico con lo cual su ciclo natural se ve alterado y esto le es perjudicial, tanto es así que algunos pájaros pueden llegar a morir incluso. A este problema de mudas escesivamente frecuente se llama "falsa muda" y para buscar solución hemos de mover la jaula a un lugar más fresco, de temperatura más suave o regular mejor la temperatura de casa.
Pudiera suceder que el plumaje ofreciese un súbito cambio de coloración, esto habla de una muda irregular, que no ha sido llevada a efecto correctamente; supone que el crecimiento de las plumas nuevas se detiene de forma súbita y esto puede responder a que la jaula se ha movido de sitio, lo que supone un trauma para el pájaro, también puede hablar de una deficiente alimentación e incluso puede hablarnos de problemas en en hígado de las aves, en este caso es inevitable acudir al veterinario.
Un mal crecimiento en el plumaje puede expresarse como una detención en el crecimiento de las plumas, que algunas nazcan torcidas, desordenadas o que presenten un color apagado, la alimentación tiene mucho que ver aquí, así que habrá que saber cuál es el problema, qué es lo que no estamos haciendo bien y resolverlo de forma inmediata en evitación de mayores problemas.