La "Gata Titanic" que previó el hundimiento y recuperó a sus bebés antes de que el barco zarpara. En los anales de las tragedias marítimas, pocos eventos resuenan tan profundamente como el hundimiento del Titanic. Sin embargo, una historia menos conocida es la de Jenny, la gata del Titanic, cuya intuición y actos heroicos pueden haber salvado vidas. Jenny, una felina común, había sido llevada a bordo del majestuoso transatlántico para cumplir una misión práctica: combatir a los roedores. Su hogar era la cocina del barco, donde se convirtió en la compañera inseparable de Jim Mulholland, un trabajador a bordo. Durante las pruebas en el mar, Jenny dio a luz a una camada de gatitos, y Jim, conmovido por la dedicación de la madre, les encontró un lugar acogedor cerca de las calderas. Para Jenny, la vida en el Titanic parecía ideal: un lugar cálido, sus adorados gatitos y las sobras que Jim le traía. Pero cuando el Titanic atracó en Southampton, Inglaterra, para su viaje inaugura