Durante el periodo de muda en los meses de verano y tras la época de reproducción, a los jilgueros se les debe aportar en dieta sustancias nutritivas en calidad y cantidad necesarias para la formación del nuevo plumaje, estas vienen a ser carotenoides, vitaminas, proteínas, y sales minerales puesto que en esta época se incrementan las necesidades de proteínas y de sales minerales.
Las proteínas como la metionina, cisteína, por ejemplo, serán ricas en aminoácidos azufrados. Puesto que las plumas están formadas por queratina, la proteína que forman a partir de aminoácidos incorporados en dieta, en la ración se incorporará como complemento proteínico germen de trigo, levadura, huevo en polvo, harina de soja, etc.
Son imprescindibles en esta etapa las futas y verduras y también durante la época cría, puesto que aportarán los minerales, las vitaminas y los carotenoides necesarios para la buena formación y pigmentación del plumaje nuevo.
Hay que decir que es especialmente recomendable el brécol (bróculi), muy rico en vitamina C y que presenta un contenido en proteínas de un tres por ciento; también por el sulforafano que contiene, actúa en forma de bactericida, destruyendo incluso gérmenes resistentes a antibióticos, y previniedo infecciones digestivas. El brécol contiene también carotenos en una elevada concentración (2.500 mg/100 grs); y conviene darlo en su forma natural, ni hervido ni pasado por microondas, para que no pierda nada de su aporte nutritivo.
El polen es un alimento también aconsejable en época de cría, es integrador alimentario y bactericida que presenta un 25% de proteínas y de sustancias antibióticas.
El ajo y el propóleo son eficaces también contra las bacterias y los hongos patógenos; éstos se pueden administrar espolvoreándolos en la pasta.
Los prebióticos y los probióticos, igualmentevan a contribuir a darles defensas en este periodo de estrés.
Para los híbridos de factor rojo será es imprescindible el aporte de carotenoides (beta-caroteno, cantaxantina, carofil rojo).
Las frutas y las verduras son pobres en grasas, en glúcidos y en proteínas y constituyen por ello a ser una importante fuente de fibra, de vitaminas y de sales minerales, además contribuyen a hidratarles y a mitigar el calor de esta época estival en la que se produce la muda.
Las fibras no les aportan calorías prácticamente, ya que al carecer las aves de enzimas específicas no pueden ser digeridas aunque les ayudan a facilitar su tránsito intestinal y la evacuación previniendo así el estreñimiento y la obesidad.
Tienen una cantidad importante de fibra el brécol, la zanahoria, la naranja, la manzana, etc. El exceso de fibra, hay que decir, que puede dificultar la absorción de los minerales y puede provocarles diarrea. Las hojas más verdes son las más aconsejables por ser las más ricas en vitaminas. Conviene lavarlas abundante en agua y poner las verduras en agua añadiendo de 10 a 15 gramos de bicarbonato sódico/litro, durante unas 2 o 3 horas, esto es para eliminar los residuos de los pesticidas agrícolas que pudieran permanecer en la verdura.
Se puede añadir a la mixtura, en un 5% de la proporción total una mezcla de semillas como la achicoria, la lechuga blanca, el cardo, la amapola, el mijo, etc.
Los cereales suelen ser deficientes en algunos aminoácidos, es por ello, cuando se debe administrar distintas clases de los mismos en forma combinada para equilibrar la dieta y para suprimir las posibles carencias de aminoácidos.
La administración de un complejo polivitamínico y mineral es muy conveniente, pues no hay que olvidar que la muda supone una alteración y crea una situación de estrés y también de debilidad en el pájaro, en el jilguero en este caso, por lo que sus defensas se ven reducidas y el ave es más vulnerables a cualquier posible infección.