El tierno amor entre dos cigüeñas tiene en vilo a Croacia
Una amada herida por los disparos de un malvado. Un galán tan enamorado que cruza medio planeta para verla cada año pese a las dificultades. Esto que parece el argumento de una película es un compendio del amor "animal" de dos cigüeñas que ha cautivado a Croacia.
Cada primavera el país se emociona a la espera de que el macho "Rodan" regrese de África al país balcánico para reunirse con "Malena", que no puede volar desde que un balazo le destrozó un ala hace 18 años.
La pareja de aves ofrece este año un espectáculo de alegría, ya que en su nido hay cuatro polluelos recién nacidos, mientras que dos más están por salir de los huevos, informó hoy la prensa local.
Malena fue hallada herida en 1993 en el campo cerca de Slavonski Brod, una ciudad a unos 200 kilómetros al este de Zagreb, con el ala destrozada por los balazos de un cazador italiano.
Stipe Vokic, portero de una cercana escuela primaria, la cuidó, logró curarla y le hizo un nido en el tejado del colegio.
Hace nueve años, Rodan se "enamoró" de Malena, que no puede acompañarle en otoño en su largo vuelo migratorio a África.
Durante el invierno, Vokic cuida y alimenta a Malena, pero cada primavera cuando regresa Rodan, éste se ocupa de ella, le lleva comida fresca, repara el nido y alimenta a los polluelos.
"Es una relación tan tierna que se podría hacer una película de amor sobre ellos".
En el mes de julio Rodan enseñará a los seis polluelos a volar, y a mediados de agosto emprenderán juntos el vuelo a África.
"Cada año se me parte el corazón cuando llega la hora de que se vayan. Rodan llama a Malena para que se vaya con él, pero ella no puede. Han criado juntos hasta ahora a 35 cigüeñas", asegura Vokic.
Esta primavera la prensa croata publicó la triste noticia de que Rodan no había vuelto y seguramente le había pasado algo en África, pero para alegría de todos al final volvió a aparecer, aunque más agotado que nunca.
Las cigüeñas que anidan en Croacia hacen cada año un largo camino de 13.000 kilómetros por el valle del Nilo hasta Sudáfrica, viaje en el que tienen que afrontar muchos peligros y penurias.
Una amada herida por los disparos de un malvado. Un galán tan enamorado que cruza medio planeta para verla cada año pese a las dificultades. Esto que parece el argumento de una película es un compendio del amor "animal" de dos cigüeñas que ha cautivado a Croacia.
Cada primavera el país se emociona a la espera de que el macho "Rodan" regrese de África al país balcánico para reunirse con "Malena", que no puede volar desde que un balazo le destrozó un ala hace 18 años.
La pareja de aves ofrece este año un espectáculo de alegría, ya que en su nido hay cuatro polluelos recién nacidos, mientras que dos más están por salir de los huevos, informó hoy la prensa local.
Malena fue hallada herida en 1993 en el campo cerca de Slavonski Brod, una ciudad a unos 200 kilómetros al este de Zagreb, con el ala destrozada por los balazos de un cazador italiano.
Stipe Vokic, portero de una cercana escuela primaria, la cuidó, logró curarla y le hizo un nido en el tejado del colegio.
Hace nueve años, Rodan se "enamoró" de Malena, que no puede acompañarle en otoño en su largo vuelo migratorio a África.
Durante el invierno, Vokic cuida y alimenta a Malena, pero cada primavera cuando regresa Rodan, éste se ocupa de ella, le lleva comida fresca, repara el nido y alimenta a los polluelos.
"Es una relación tan tierna que se podría hacer una película de amor sobre ellos".
En el mes de julio Rodan enseñará a los seis polluelos a volar, y a mediados de agosto emprenderán juntos el vuelo a África.
"Cada año se me parte el corazón cuando llega la hora de que se vayan. Rodan llama a Malena para que se vaya con él, pero ella no puede. Han criado juntos hasta ahora a 35 cigüeñas", asegura Vokic.
Esta primavera la prensa croata publicó la triste noticia de que Rodan no había vuelto y seguramente le había pasado algo en África, pero para alegría de todos al final volvió a aparecer, aunque más agotado que nunca.
Las cigüeñas que anidan en Croacia hacen cada año un largo camino de 13.000 kilómetros por el valle del Nilo hasta Sudáfrica, viaje en el que tienen que afrontar muchos peligros y penurias.