Axolote, ajolote o ajolote mexicano, de nombre científico Ambystoma mexicanum, es en realidad una salamandra.
Cuenta con la peculiaridad poco habitual en la naturaleza de conservar sus rasgos larvales ya en su vida adulta. Es lo que se conoce como neotenia.
Conserva su aleta dorsal de renacuajo y le viene a recorrer casi la totalidad de su cuerpo; y sus branquias externas, que le sobresalen de la parte trasera de su cabeza, en forma de plumas.
El ajolote presenta una peculiar característica y es su capacidad regenerativa. No cicatriza, siendo capaz de regenerar extremidades perdidas enteras en unos meses e incluso, en ciertos casos, hasta estructuras más vitales como podrían ser la cola, miembros, sistema nervioso central, tejidos del ojo, el corazón e incluso también pueden restaurar partes no vitales de su cerebro.
En algunos casos, además de regenerar una extremidad dañada, los ajolotes pueden generar una extremidad adicional.
Este anfibio se encuentra en peligro severo de extinción, presente en la lista roja de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza, por la pérdida de hábitat, por la introducción en su hábitat de especies invasoras, por la sobreexplotación, por la contaminación e incluso por su consumo como alimento.
El axolote vive hoy únicamente en el complejo lacustre de Xochimilco, cercano a ciudad de México. Se diferencia de la mayoría de las salamandras por vivir permanentemente en el agua. En casos puntuales y extremadamente raros, el axolote sale del agua, pero generalmente prefieren permanecer en el fondo de los lagos y de los canales de Xochimilco.