Las inclemencias del tiempo y algunas prohibiciones de algunos ayuntamientos impiden que los animales puedan defenderse como sería aconsejable. Pero nosotros no solamente podemos lamentarnos, podemos actuar, de forma contundente y barata.
Con una simple botella de plástico vacía, que llenaremos de alpiste, cebada, cañamones, etc, podemos dar de comer a seres indefensos y que representan un gran valor ecológico. A la botella solamente tendremos que hacerle algunos agujeros para poder pasar a través de ella una cuchara con un poco de inclinación para que baje el grano hacia el recipiente y los pájaros puedan comerlo.
Si ponemos más de una cuchara damos opción a que más de uno pueda acercarse a la vez.
Lo mismo podemos hacer, en vez de con grano, con agua; el agua limpia es escasa, sobre todo en verano. Así contribuimos a evitar que puedan enfermar y difundir en su colonia enfermedades.