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| Los osos de Arties se trasladarán al santuario húngaro mañana |
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El
momento ha llegado. Después de muchos años de lucha y trabajo, Mimo y
Aran dejarán la pequeña instalación de Arties este lunes 19 de
septiembre para ir a un santuario. Su nuevo hogar será el Santuario
Medveotthon en Hungría, y allí, después de pasar un mes en cuarentena,
podrán disfrutar de 30 hectáreas de bosque junto con otros osos
procedentes de rescates de toda Europa, para el resto de sus vidas.
La semana pasada llegó a FAADA el último permiso, procedente de las autoridades húngaras. Era el permiso que faltaba para poder poner en marcha la maquinaria que ya teníamos a punto. Ya sólo era cuestión de poner fecha. El traslado a Hungría podrá hacerse gracias a la colaboración de diferentes grupos y colectivos. La coordinación entre administraciones, autoridades, el veterinario y la fundación ha sido esencial para llevar a cabo este traslado. Una larga lucha Todo comenzó en 1996, cuando la Generalitat de Catalunya dio de alta el núcleo zoológico de Arties para albergar dos osos pardos, Dami y Mimo, procedentes de un decomiso. La finalidad primera era exponerlos al público como herramienta de educación ambiental. En 2010 Dami murió y fue reemplazado por una hembra joven, Arán, procedente del Parque de Naturaleza de Cabárceno. Así pues Mimo es propiedad de la Generalidad de Cataluña, mientras que Aran es propiedad del Ayuntamiento de Arties. En el año 2012, FAADA, junto con otras entidades, comenzó una campaña de recogida de firmas para pedir la retirada de los osos de aquel pequeño recinto, totalmente inadecuado para poder vivir una vida digna. La instalación en la que se encuentran, además de estar en medio del pueblo -entre un parque infantil y un parking público- no dispone de los requisitos de seguridad adecuados para albergar animales de esta especie. En mayo de 2013, la Comisión Técnica de Inspección de Núcleos Zoológicos con Fauna Salvaje de la Generalitat de Catalunya visita las instalaciones. De esta visita surge una resolución donde se establecen las medidas correctoras necesarias -en términos de seguridad del recinto- que hay que hacer y dando un plazo máximo para llevarlas a cabo. Tras meses de conversaciones, el Ayuntamiento de Arties llega a entender la dificultad de alcanzar los requisitos de seguridad y de bienestar para los osos, y accede a reubicarlos en un santuario. Primer intento, Rumania En este momento FAADA ya había contactado con todos los santuarios, consiguiendo que uno en Rumania aceptara acoger a Mimo y Aran. Por tanto, una vez el Ayuntamiento de Arties y la Generalitat dieron su consentimiento para el traslado, FAADA comenzó a organizar todo el procedimiento del traslado. Durante casi un año, nos encontramos con todo tipo de impedimentos para el traslado. Primero fue la documentación, que no estaba en regla; luego fueron las condiciones climáticas: el invierno estaba a punto de llegar y era muy arriesgado para la salud de los animales hacer el traslado en ese momento. En primavera, finalizada la hibernación de los animales, hicimos reactivar los preparativos, pero nos encontramos que el santuario de Rumania había acogido durante el invierno otros animales procedentes de rescates de gran urgencia y por tanto ya no tenían espacio para los osos de Arties. Pusimos de nuevo en marcha el proceso de búsqueda y finalmente dimos con el santuario de Medveotthon de Hungría, que nos comunicó que tenía lugar para los dos. Aunque este verano nos encontramos con la lentitud burocrática de las administraciones a la hora de proporcionarnos la documentación y los permisos para el traslado. Pero ahora, finalmente, todo está a punto. El lunes emprenderán el camino hacia su nueva vida. Queremos felicitar al Ayuntamiento de Arties por su decisión y colaboración, y al Consejo de Aran y la Generalitat de Cataluña por su coperación, ya que finalmente hemos podido trabajar en equipo y lograr así hacer realidad el traslado de Mimo y Aran. También queremos agradecer a todos los otros colaboradores, como los Agentes Rurales y los Mossos, cuidadores, y en especial al veterinario Robert Melero de Zootransfer. Sin la coordinación y colaboración de todos no lo habríamos conseguido.
¡Esto ha sido posible
gracias a tu colaboración! |