@Gob_eus @OrainGipuzkoa El espectáculo de Gorriti no es para niños, es maltrato animal, ¡prohíbanlo!
Actualización de la petición
Hemos solicitado un informe al prestigioso veterinario José Enrique Zaldívar Laguía. Y aquí esta:
Acción para el Respeto Animal
17 de jun. de 2016 — INFORME
SOBRE EL USO DE BECERROS DE CORTA EDAD EN LAS IMÁGENES DE VÍDEO QUE SE
NOS HAN REMITIDO Y QUE FORMAN PARTE DEL ESPECTÁCULO "GORRITI Y SUS
ANIMALES".
En el vídeo con url https://vid.me/C5l5, aparecen diferentes secuencias en las que se ve a diversos becerros de corta edad, cuya libertad de movimientos queda limitada por una cuerda que llevan atada a un collar y que es controlada por un chico, en diferentes localizaciones, y que son utilizados para la diversión de los niños y jóvenes presentes en el espectáculo.
Como se puede ver en las imágenes, todos los becerros son forzados a moverse en espacios y ambientes en los que, por su naturaleza de bóvidos rumiantes, es decir, de animales que en la escala evolutiva se encuentran dentro de los no depredadores, les incomodan, les provocan miedo y temor, y producen en ellos acciones de tipo defensivo que evidencian un importante estrés. Es importante señalar que en animales de este tipo, pero más en jóvenes, las situaciones de estrés reiteradas provocan en ellos inmunosupresión, que conduce a una importante bajada de defensas que les podría llevar a tener complicaciones en caso de tener que superar alguna enfermedad, especialmente de tipo infecto contagioso.
Desconocemos el tiempo que estos animales son utilizados y sometidos a estas situaciones, ya que lo que podemos ver en el vídeo son trozos de su participación en el espectáculo, pero en el que dura más tiempo (tercer becerro), desde el minuto 2:31 al 4.12, vemos que el ritmo respiratorio de este animal va aumentando de forma progresiva, y que además se observa una importante alteración de su aparato locomotor a nivel de extremidades posteriores, especialmente manifiesta en la izquierda, con una evidente cojera y arrastre de la misma cuando corre para embestir.
El aumento de la frecuencia respiratoria en estos animales se atribuye a la presencia de altas concentraciones de dióxido de carbono en su sangre y tejidos por la exigencia de determinados tipos de ejercicio, y que viene provocada por la dificultad que tiene este tipo de animales para generar energía a través del oxígeno. Este tipo de alteración se evidencia más cuanto mayor es el tiempo en que estos animales son sometidos a este tipo de situaciones, es decir, carreras y embestidas. Este tipo de ejercicio, que sería anaeróbico por la cortedad de las carreras, cuando se produce durante demasiado tiempo, es decir, es sumatorio, pasará a ser, en este tipo de animales, los bóvidos, aérobico, es decir, necesitado del oxígeno para generar energía, y es precisamente por la naturaleza de rumiantes de estos animales, por lo que esto conduce a una rápida situación de cansancio físico y de las alteraciones respiratorias mencionadas.
En lo que respecta a la alteración locomotora que hemos señalado, no podemos saber si esta situación se deriva de algún daño físico que sufre en ese momento el animal o por la presencia del cansancio físico que es habitual en estos animales cuando se les somete a unas exigencias para las que no están preparados, y que se traduce, además de la alteración respiratoria mencionada anteriormente, en elevaciones de las enzimas marcadoras de la función muscular (CPK, LDH y AST), elevaciones del cortisol (hormona medidora del estrés), y altos niveles de lactato en sangre, lo que en bovinos se denomina acidosis metabólica y que es un parámetro inequívoco de sufrimiento en este tipo de animales. Esto ha quedado demostrado en estudios realizados en vacas de raza de lidia y en toros que han corrido encierros. En general todos los becerros que aparecen en la filmación sufren resbalones y caídas, que puede ser debido a las inadecuadas superficies sobre las que se celebran los espectáculos para el tipo de pezuña o bien a las alteraciones musculares que podrían padecer o bien a las dos situaciones mencionadas.
La elevación de las enzimas mencionadas, que es muy posible que estén presentes en estos becerros, son indicadoras de daño muscular
Entendemos que, además, estos animales tan jóvenes, cuando se encuentran en este tipo de ambiente, sin duda aversivo para ellos, tienen un importante padecimiento de tipo emocional, que no podrá justificarse por la habituación al mismo dada su reutilización, ya que como podrán comprobar en el otro informe que acompaña a éste, las experiencias negativas en este tipo de animales y su respuesta ante ellas, no mejoran con la habituación, sino que muy al contrario empeoran con su repetición.
La respuesta de embestida en estos animales, presentes en todos ellos ante la proximidad de los jóvenes que les citan con el cuerpo o con la muleta, corren a su alrededor o saltan sobre ellos, son respuestas defensivas de miedo y temor, generadas por la sensación de peligro para sus vidas, que sin duda provocan estas situaciones en ellos, y que evidentemente podrían ser evitadas sin su utilización. Estos becerros no están jugando.
Si este tipo de respuestas se dan de forma similar en animales adultos, con una evidente capacidad defensiva mayor, es fácil entender la situación de desamparo que sufren estos animales, que con esas edades deberían estar junto a sus madres y no siendo objeto de las burlas de ciudadanos a los que se debería enseñar a respetarlos y no hacerlos objetos de su diversión.
Desde AVATMA, les pedimos que reconsideren la celebración de este tipo de espectáculo en sus municipios, por las cuestiones apuntadas. Sin duda suponen maltrato y sufrimiento para estos animales. Para hacer sufrir y maltratar a estos animales no hace falta herirlos, basta con que, como estamos seguros que ocurre en estos becerros, se provoquen alteraciones evidentes en su neurofisiología y en su aparato musculo esquelético, derivadas del estrés, el miedo, el temor, y su inadaptación al ejercicio al que se les somete.
Con respecto a la secuencia en la que se ve a una cría de jabalí, resulta evidente, sin tener que hacer mención a más consideraciones, que lo único que pretende ese animal de corta edad, es huir de estímulos que solo pueden ser captados por él como peligrosos, que le generan temor y miedo y en el que estarán presentes las respuestas neurofisiólogicas que acompañan este tipo de sensación negativa, que pueden ser, si se mantienen en el tiempo, negativas para el organismo.
José Enrique Zaldívar Laguía.
Presidente de AVATMA en representación de los 408 veterinarios que forman parte de esta asociación.
*Este informe, junto con las firmas recogidas, será entregado al Gobierno Vasco para solicitar la prohibición del espectáculo “Gorriti y su Animales”
En el vídeo con url https://vid.me/C5l5, aparecen diferentes secuencias en las que se ve a diversos becerros de corta edad, cuya libertad de movimientos queda limitada por una cuerda que llevan atada a un collar y que es controlada por un chico, en diferentes localizaciones, y que son utilizados para la diversión de los niños y jóvenes presentes en el espectáculo.
Como se puede ver en las imágenes, todos los becerros son forzados a moverse en espacios y ambientes en los que, por su naturaleza de bóvidos rumiantes, es decir, de animales que en la escala evolutiva se encuentran dentro de los no depredadores, les incomodan, les provocan miedo y temor, y producen en ellos acciones de tipo defensivo que evidencian un importante estrés. Es importante señalar que en animales de este tipo, pero más en jóvenes, las situaciones de estrés reiteradas provocan en ellos inmunosupresión, que conduce a una importante bajada de defensas que les podría llevar a tener complicaciones en caso de tener que superar alguna enfermedad, especialmente de tipo infecto contagioso.
Desconocemos el tiempo que estos animales son utilizados y sometidos a estas situaciones, ya que lo que podemos ver en el vídeo son trozos de su participación en el espectáculo, pero en el que dura más tiempo (tercer becerro), desde el minuto 2:31 al 4.12, vemos que el ritmo respiratorio de este animal va aumentando de forma progresiva, y que además se observa una importante alteración de su aparato locomotor a nivel de extremidades posteriores, especialmente manifiesta en la izquierda, con una evidente cojera y arrastre de la misma cuando corre para embestir.
El aumento de la frecuencia respiratoria en estos animales se atribuye a la presencia de altas concentraciones de dióxido de carbono en su sangre y tejidos por la exigencia de determinados tipos de ejercicio, y que viene provocada por la dificultad que tiene este tipo de animales para generar energía a través del oxígeno. Este tipo de alteración se evidencia más cuanto mayor es el tiempo en que estos animales son sometidos a este tipo de situaciones, es decir, carreras y embestidas. Este tipo de ejercicio, que sería anaeróbico por la cortedad de las carreras, cuando se produce durante demasiado tiempo, es decir, es sumatorio, pasará a ser, en este tipo de animales, los bóvidos, aérobico, es decir, necesitado del oxígeno para generar energía, y es precisamente por la naturaleza de rumiantes de estos animales, por lo que esto conduce a una rápida situación de cansancio físico y de las alteraciones respiratorias mencionadas.
En lo que respecta a la alteración locomotora que hemos señalado, no podemos saber si esta situación se deriva de algún daño físico que sufre en ese momento el animal o por la presencia del cansancio físico que es habitual en estos animales cuando se les somete a unas exigencias para las que no están preparados, y que se traduce, además de la alteración respiratoria mencionada anteriormente, en elevaciones de las enzimas marcadoras de la función muscular (CPK, LDH y AST), elevaciones del cortisol (hormona medidora del estrés), y altos niveles de lactato en sangre, lo que en bovinos se denomina acidosis metabólica y que es un parámetro inequívoco de sufrimiento en este tipo de animales. Esto ha quedado demostrado en estudios realizados en vacas de raza de lidia y en toros que han corrido encierros. En general todos los becerros que aparecen en la filmación sufren resbalones y caídas, que puede ser debido a las inadecuadas superficies sobre las que se celebran los espectáculos para el tipo de pezuña o bien a las alteraciones musculares que podrían padecer o bien a las dos situaciones mencionadas.
La elevación de las enzimas mencionadas, que es muy posible que estén presentes en estos becerros, son indicadoras de daño muscular
Entendemos que, además, estos animales tan jóvenes, cuando se encuentran en este tipo de ambiente, sin duda aversivo para ellos, tienen un importante padecimiento de tipo emocional, que no podrá justificarse por la habituación al mismo dada su reutilización, ya que como podrán comprobar en el otro informe que acompaña a éste, las experiencias negativas en este tipo de animales y su respuesta ante ellas, no mejoran con la habituación, sino que muy al contrario empeoran con su repetición.
La respuesta de embestida en estos animales, presentes en todos ellos ante la proximidad de los jóvenes que les citan con el cuerpo o con la muleta, corren a su alrededor o saltan sobre ellos, son respuestas defensivas de miedo y temor, generadas por la sensación de peligro para sus vidas, que sin duda provocan estas situaciones en ellos, y que evidentemente podrían ser evitadas sin su utilización. Estos becerros no están jugando.
Si este tipo de respuestas se dan de forma similar en animales adultos, con una evidente capacidad defensiva mayor, es fácil entender la situación de desamparo que sufren estos animales, que con esas edades deberían estar junto a sus madres y no siendo objeto de las burlas de ciudadanos a los que se debería enseñar a respetarlos y no hacerlos objetos de su diversión.
Desde AVATMA, les pedimos que reconsideren la celebración de este tipo de espectáculo en sus municipios, por las cuestiones apuntadas. Sin duda suponen maltrato y sufrimiento para estos animales. Para hacer sufrir y maltratar a estos animales no hace falta herirlos, basta con que, como estamos seguros que ocurre en estos becerros, se provoquen alteraciones evidentes en su neurofisiología y en su aparato musculo esquelético, derivadas del estrés, el miedo, el temor, y su inadaptación al ejercicio al que se les somete.
Con respecto a la secuencia en la que se ve a una cría de jabalí, resulta evidente, sin tener que hacer mención a más consideraciones, que lo único que pretende ese animal de corta edad, es huir de estímulos que solo pueden ser captados por él como peligrosos, que le generan temor y miedo y en el que estarán presentes las respuestas neurofisiólogicas que acompañan este tipo de sensación negativa, que pueden ser, si se mantienen en el tiempo, negativas para el organismo.
José Enrique Zaldívar Laguía.
Presidente de AVATMA en representación de los 408 veterinarios que forman parte de esta asociación.
*Este informe, junto con las firmas recogidas, será entregado al Gobierno Vasco para solicitar la prohibición del espectáculo “Gorriti y su Animales”