El solidario trabajo de la protectora La Huella Roja hace que el burro apaleado por unos niños mejore de sus graves lesiones
R. Espino
| Actualizado 28.05.2014 - 01:00
Una de las cuidadadoras del burro, de la protectora La Huella Roja, guía a Capitán en sus primeros pasos tras los sucesos.
Capitán
mejora, el burro de unos quince meses fue encontrado en unas
circunstancias lamentables, en el barrio de Los Almendros de la capital.
Poco a poco, gracias a los cuidados de la protectora de animales La
Huella Roja y la solidaridad de vecinos de la provincia, el burro está
comenzado a dar sus primeros pasos tras el incidente. Ya ha sido
explorado físicamente y se le han practicado los cuidados que requería.
Ahora, hay que esperar a que la recuperación sea positiva.
La Huella Roja lo recuperó y salvó tras ser abandonado, junto a un colegio, y después de haber sufrido una paliza, por lo que el equino presentaba un grave y deteriorado estado de salud a causa de las lesiones. El animal ya había sido avistado por algunos vecinos el pasado miércoles, de forma que la Policía Local de Almería se desplazó hasta el lugar donde se encontraba el animal. No obstante, no fue hasta el jueves cuando los miembros de la protectora fueron alertados de la presencia del burro. Fue una profesora de un colegio cercano al descampado donde estaba el animal la que alertó de la presencia del burro tras escuchar a algunos que planeaban a la salida de clase acudir al lugar en el que se encontraba el animal ya malherido. En este sentido, los propios miembros de La Huella Roja alertaron a los miembros del Seprona de la Guardia Civil.
Una vez en el lugar donde se encontraba el burro, tanto los agentes como los miembros del colectivo comprobaron las múltiples heridas que éste presentaba, ya que habría sido golpeado repetidamente incluso con algún objeto contundente. Asimismo, presenta heridas en el recto como consecuencia de haber sido maltratado y estaba completamente deshidratado y desnutrido.
El equipo fue examinado por un veterinario de la Junta de Andalucía, quien comprobó que el animal carecía de chip identificativo. Así, con la ayuda de los miembros del centro zoosanitario de la capital, el burro pudo ser trasladado hasta las dependencias de La Huella Roja en Roquetas de Mar (Almería), donde fue bañado y alimentado y ahora trata de recuperarse de sus lesiones. La Junta de Andalucía brió un expediente informativo. Asimismo, la Guardia Civil también mantiene abierto un expediente con el fin de localizar al propietario del burro.
Cerca de 10.000 personas ha solicitado a través de la plataforma digital de apoyos Change.org medidas legales contra los autores de la paliza y abandono de Capitán.
Más de medio centenar de personas ha realizado donaciones, tanto económicas como de material, para garantizar la supervivencia del equino, que ha recibido varias visitas veterinarias para supervisar su estado y recuperación, ya que se encontraba seriamente desnutrido. En torno a 30 refugios y particulares se han interesado por la posibilidad de hacerse cargo del burro o poder apadrinarlo, si bien el pollino, que permanece bajo la custodia de la Junta de Andalucía, pasará al cuidado del refugio Parenas de Sevilla una vez que se recupere. En este sentido, han manifestado la mejora experimentada durante el fin de semana, si bien la recuperación se prevé lenta.
La historia de Capitán es una de tantas en las que, por desgracia, los animales, sea del tipo que sean, encuentran un maltrato por parte del hombre, ya sea en forma de abandono o de agresiones. Por suerte, protectoras como La Huella Roja, que realizan un trabajo excepcional durante todos los meses del año, animales como el burro que se encontró en el barrio de Los Almendros podrán seguir disfrutando de sus días en un estado de salud estable. Las protectoras colaboran de forma ardua con el Centro Zoosanitario para encontrar nuevas familias a los animales que van allí a parar.
La Huella Roja lo recuperó y salvó tras ser abandonado, junto a un colegio, y después de haber sufrido una paliza, por lo que el equino presentaba un grave y deteriorado estado de salud a causa de las lesiones. El animal ya había sido avistado por algunos vecinos el pasado miércoles, de forma que la Policía Local de Almería se desplazó hasta el lugar donde se encontraba el animal. No obstante, no fue hasta el jueves cuando los miembros de la protectora fueron alertados de la presencia del burro. Fue una profesora de un colegio cercano al descampado donde estaba el animal la que alertó de la presencia del burro tras escuchar a algunos que planeaban a la salida de clase acudir al lugar en el que se encontraba el animal ya malherido. En este sentido, los propios miembros de La Huella Roja alertaron a los miembros del Seprona de la Guardia Civil.
Una vez en el lugar donde se encontraba el burro, tanto los agentes como los miembros del colectivo comprobaron las múltiples heridas que éste presentaba, ya que habría sido golpeado repetidamente incluso con algún objeto contundente. Asimismo, presenta heridas en el recto como consecuencia de haber sido maltratado y estaba completamente deshidratado y desnutrido.
El equipo fue examinado por un veterinario de la Junta de Andalucía, quien comprobó que el animal carecía de chip identificativo. Así, con la ayuda de los miembros del centro zoosanitario de la capital, el burro pudo ser trasladado hasta las dependencias de La Huella Roja en Roquetas de Mar (Almería), donde fue bañado y alimentado y ahora trata de recuperarse de sus lesiones. La Junta de Andalucía brió un expediente informativo. Asimismo, la Guardia Civil también mantiene abierto un expediente con el fin de localizar al propietario del burro.
Cerca de 10.000 personas ha solicitado a través de la plataforma digital de apoyos Change.org medidas legales contra los autores de la paliza y abandono de Capitán.
Más de medio centenar de personas ha realizado donaciones, tanto económicas como de material, para garantizar la supervivencia del equino, que ha recibido varias visitas veterinarias para supervisar su estado y recuperación, ya que se encontraba seriamente desnutrido. En torno a 30 refugios y particulares se han interesado por la posibilidad de hacerse cargo del burro o poder apadrinarlo, si bien el pollino, que permanece bajo la custodia de la Junta de Andalucía, pasará al cuidado del refugio Parenas de Sevilla una vez que se recupere. En este sentido, han manifestado la mejora experimentada durante el fin de semana, si bien la recuperación se prevé lenta.
La historia de Capitán es una de tantas en las que, por desgracia, los animales, sea del tipo que sean, encuentran un maltrato por parte del hombre, ya sea en forma de abandono o de agresiones. Por suerte, protectoras como La Huella Roja, que realizan un trabajo excepcional durante todos los meses del año, animales como el burro que se encontró en el barrio de Los Almendros podrán seguir disfrutando de sus días en un estado de salud estable. Las protectoras colaboran de forma ardua con el Centro Zoosanitario para encontrar nuevas familias a los animales que van allí a parar.